Consagración

religiosa

El 24 de septiembre de 1846 Paula Montal llega a Sabadell, identificada con el carisma de Calasanz desde 1837, no se conforma sólo con aceptar su pedagogía e implantarla en sus escuelas; desea vivir de lleno la espiritualidad escolapia y configurar su vida y ayudar a sus compañeras en el seguimiento de Jesucristo, al estilo de Calasanz y de los escolapios.

Con el carisma

de Calasanz

El 24 de septiembre de 1846 Paula Montal llega a Sabadell, identificada con el carisma de Calasanz desde 1837, no se conforma sólo con aceptar su pedagogía e implantarla en sus escuelas; desea vivir de lleno la espiritualidad escolapia y configurar su vida y ayudar a sus compañeras en el seguimiento de Jesucristo, al estilo de Calasanz y de los escolapios.

Gracias a los Padres Escolapios, Jacinto Feliu y Agustín Casanovas, fueron conociendo y profundizando en la espiritualidad y pedagogía de José de Calasanz. El 2 de febrero de 1847 profesa Paula Montal de San José de Calasanz, y tres compañeras. Nace el Instituto de Hijas de María, Religiosasde las Escuelas Pías.

El 16 de julio de 1848 recibieron del P. Jacinto Feliú, Comisario Apostólico, la Carta de Hermandad y un Extracto de las Constituciones. Más adelante, el 3 de marzo de 1855, el P. Jenaro Fucile, Superior General de la Orden de las Escuelas Pías, mandó una reliquia de San José de Calasanz, junto con una carta a la Superiora General, M. Felicia Clavell. Fruto de esta relación obtuvimos el ceñidor escolapio, el escudo con el nombre de María, los rezos propios de la Escuela Pía, las normas de vida, las Constituciones y el nombre de Instituto de Hijas de María, Religiosas de las Escuelas Pías.

Cuando Paula Montal murió, el 26 de febrero de 1889, el Instituto contaba con 19 fundaciones extendidas en la geografía de España.

Los votos

religiosos

Los votos religiosos son tres formas alternativas de vivir el amor (castidad), la seguridad (pobreza) y la libertad (obediencia). En los tres, la fascinación por Jesús se constituye para nosotras en centro de nuestra polarización afectiva (castidad), el tesoro descubierto con alegría por el que hemos vendido todo (pobreza) y su proyecto salvador atraviesa nuestra existencia (obediencia). Los tres tienen una dimensión comunitaria: la vida en fraternidad es la alternativa de familia que proponemos; la comunidad de bienes para cubrir nuestras necesidades y compartir con los pobres es la contestación a la ambición por la propiedad privada; y la búsqueda común es nuestro modo típico de querer de Dios en nuestra vida. Los tres tienen una proyección apostólica porque nuestro estilo de vida está llamado a ser anuncio, palabra profética del Reino El cuarto voto o voto específico tiene su origen en el dinamismo de la propia vida religiosa ligado al carisma y a la misión propia; surge del don que el Espíritu da a los fundadores y es expresión de una forma peculiar de carisma y misión; en nuestro Instituto pone de manifiesto el ministerio de Cristo Maestro.

Desde sus inicios hasta el año 1829, cuando Paula Montal fundó la primera escuela dedicada a la educación de las niñas, el voto de enseñanza se convirtió en el elemento esencial de nuestra identidad escolapia, por el que nos distinguimos de las demás Congregaciones.

El cuarto voto fue suprimido por la Iglesia al aprobar el Instituto en 1870 porque su contenido estaba dentro de los fines del Instituto y porque este voto estaba incluido en el de obediencia.

Desde la celebración del Concilio Vaticano II, en 1965, en el que se invitaba a las familias religiosas a volver la mirada hacia los orígenes y profundizar su identidad y, después de mucha oración y largas jornadas de estudio y reflexión, el voto quedó inserto en las Constituciones de 1981 y, el 2 de febrero de 1997, fecha en que se celebraban los 150 años de la profesión de Paula Montal, el voto específico fue pronunciado gozosamente por la mayoría de las hermanas, recuperando el Instituto, lo que había sido carisma original.